Catálogo de Cavidades
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Sima de la Serrata (Moratalla)

Publicado: 15-06-2015
Escrito por Cuevas de Murcia

Al día siguiente de la visita a la Matea quedamos a las ocho de la mañana para partir hacia El Sabinar, donde nos encontramos con el resto del grupo que asistía a la visita de la sima de la Serrata.

Acompañados por dos técnicos de la FERM, a las diez y media aparcamos los coches junto al bloque de piedra y la sabina que, en el camino de tierra que dirige a la cumbre de la Serrata, sirven de referencia para localizar la entrada a la sima.

Una vez equipados saltamos una pequeña valla y a unos 15 metros a la izquierda encontramos la cantera donde se abrió una boca para facilitar el acceso al interior de la cavidad. Antes de esta pueden verse claramente las dos bocas naturales que han quedado parcialmente obstruidas por los trabajos y voladuras de la cantera.

El acceso a la sima es bastante cómodo, a través de un pasadizo de no más de un metro de altura en el que la cantidad de heces depositadas en el suelo denota que sirve de refugio para las cabras. En los primeros metros de las galerías pueden observarse restos de lo que en su día fueron espeleotemas, ahora completamente destrozados. Solo unos incipientes muñones en el techo nos hacen imaginar que en otra época este recorrido estuvo profusa y bellamente decorado por numerosas formaciones.

La altura de estas primeras galerías varía de los sesenta centímetros a un metro noventa, donde nos encontramos la primera vertical de la sima. Puede verse que toda la instalación está en muy buenas condiciones, a base de parabols de acero inoxidable.

Tras el primer rapel de unos 4 metros empezamos a encontrar estalactitas y banderas. Continuamos caminando hasta una repisa, y de ahí hasta un pequeño pozo de 10 metros. La base de este pozo es una sala con bloques y un cono de derrubios, posiblemente desprendidos por los trabajos de la cantera en el exterior. Parte de sus paredes están tapizadas con coladas estalagmíticas de colores rojizos y marrones, posiblemente por materiales férreos en disolución.

Al proseguir nuestro descenso nos encontramos con un destrepe de metro y medio. Tras superarlo y anclarnos al pasamanos instalado previamente por Belchí, podemos observar que el destrepe anterior es en realidad un muro construido. Bajamos otros dos metros, donde llegamos a una larga repisa que sirve de apoyo para realizar el siguiente fraccionamiento: la vista de la sima desde esta perspectiva es espectacular. A la izquierda, una columna de cuatro metros. Hacia abajo, una caída de veinte y la luz lejana de los frontales de los compañeros. De frente, una gran bandera que preside el centro de la diaclasa.

La diaclasa de esta cavidad presenta un amplio recorrido a derecha e izquierda en el que los anchos varían desde los cinco metros a poco más de uno. Está forrada de coladas y presenta diversos espeleotemas como estalactitas, estalagmitas, cortinas, banderas, garbanzos y pequeñas excéntricas.

En la vertical del pozo se abre un pequeño paso que pudimos desobstruir quitando algunas rocas soldadas por concreciones de calcita, lo que nos permitió bajar unos diez metros más. Sin embargo, en su fondo sigue estando bloqueado el paso ya que la caída de rocas y otros tipos de materiales de las salas superiores ha creado un pequeño cono de derrubios.

En la parte superior de la galería, el goteo es constante en cualquier época del año, las coladas de colores rojizos lo recubren todo, los materiales que se han ido depositando con el tiempo se han quedado soldados al suelo, estando en la misma posición que en el momento que se depositaron en ese lugar.

A las tres de la tarde, con todos los participantes fuera de la sima, nos dirigimos a un bar de la población de El Sabinar donde la actividad prosiguió hasta bien entrada la tarde.

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